La obesidad ya se considera como una epidemia fuera de control y uno de los problemas de salud pública más importantes en el mundo, pues no sólo es una cuestión de estética, sino un factor de riesgo para otras enfermedades como diabetes, hernias vertebrales, deficiencia renal, ataques cardiacos, arteriosclerosis, hipertensión, cáncer y muchísimas otras.
¿Qué ha fallado?
• ¿Los productos "dietéticos" o "light"?
• ¿Nuestra fuerza de voluntad para seguir una dieta?
• ¿Los gimnasios o el “aeróbics”?
• ¿Nuestra cultura?
Las causas que ocasionan la obesidad son muy profundas. Por eso no se puede solucionar simplemente siguiendo “dietas” (recomendadas por la amiga o la comadre) o consumiendo yogures "light", leche desnatada o pastelillos “bajos en grasa”.
Se tienen que romper moldes mentales que nos ha impuesto un sistema nutricional viciado y sin bases científicas, que la gran mayoría de la población sigue y que es respaldado por los fabricantes de alimentos, los restaurantes, e incluso los gobiernos y la educación oficial.
La idea generalizada es que engordamos por comer mucho. Pero los estudios médicos más completos sobre nutrición (2) han demostrado que no engordamos por comer mucho, sino por comer lo incorrecto, y además, por no comer lo correcto. Es la calidad, no la cantidad lo que genera obesidad. Y peor aún, si usted mezcla mala calidad con gran cantidad puede llegar a niveles de obesidad rápidamente.
El siguiente diagrama causa-efecto muestra el problema desde el punto de vista dietético (sin considerar la falta de actividad física).
Una Mala Alimentación Generalizada.
Si sufres de obesidad, la culpa no es solo tuya, eres una víctima más de la llamada “Alimentación Occidental Moderna”. Este tipo de alimentación está basada en productos procesados, sintetizados, desnaturalizados, y despojados de nutrientes básicos, y de productos de origen animal altos en grasas poli-saturadas.
En esta alimentación generadora de obesidad la concentración de calorías es altísima: en dos bocados de ciertos alimentos de consumo común podemos obtener la mitad de nuestra necesidad diaria de calorías. Gracias a estos alimentos “normales” que estamos acostumbrados a ingerir, con gran facilidad podemos consumir en el día el doble de las calorías que necesitamos sin siquiera darnos cuenta, y aún así quedarnos con hambre.
Considera un simple helado (nieve) del sabor que prefiera con su cono (marca Holanda o Nestlé). Este “alimento” proporciona más de 400 calorías (casi la 3ª parte del requerimiento de una mujer adulta). Además, al no tener fibra ni otros nutrientes el azúcar será absorbido rápidamente y creará un pico de insulina que propiciará la acumulación de grasa corporal, la grasa contenida en el helado irá directo a los depósitos grasos del inadvertido consumidor que pronto sufrirá obesidad si continúa comiendo así.
La solución a la Obesidad: una Dieta Alta en Nutrientes.
Es mucho lo que ignoramos aún sobre la obesidad y la nutrición humana, pero lo que si se puede inducir por la cantidad masiva de información recabada en los estudios más completos (2) es que el ser humano está diseñado para alimentarse de productos naturales de origen vegetal pero sin procesar. Si todos pusiéramos en práctica este sencillo principio no habría obesidad en el mundo.
Con la combinación adecuada de alimentos naturales, podemos obtener todos los nutrimentos esenciales para el ser humano sin consumir muchas calorías.
La obesidad sí se puede evitar y tratar, con algo tan sencillo como cambiar nuestros hábitos alimenticios, sustituyendo alimentos dañinos por alimentos realmente saludables. Con la información adecuada, tu podrás evitar los errores que nos han llevado a ser la generación con mayor índice de obesidad de la historia.
La información existe, pero hay un problema: está dispersa en un sinnúmero de artículos científicos, estudios clínicos, diarios médicos, publicaciones especializadas y estadísticas epidemiológicas. No es fácil investigar, analizar y resumir toda esta información para llegar a una conclusión.
Y es aún más difícil cambiar nuestra manera de pensar, y hacer a un lado nuestra amada “pirámide de nutrición” que nos ha sido enseñada desde pequeños.
Si de verdad deseas ganarle la batalla a la obesidad, necesitas olvidarte de lo que hasta ahora conoces y re-programar tu mente con información realmente científica sobre la nutrición humana. Para esto debemos visitar a un Nutriólogo que es quien realmente sabe como mantenernos en un peso adecuado...un médico no sabe!!!! y por primeras cuentas olvidarnos sobre todo de todos los productos industrializados que no solo nos estan subiendo de peso sino que nos están matando.
¿Qué ha fallado?
• ¿Los productos "dietéticos" o "light"?
• ¿Nuestra fuerza de voluntad para seguir una dieta?
• ¿Los gimnasios o el “aeróbics”?
• ¿Nuestra cultura?
Las causas que ocasionan la obesidad son muy profundas. Por eso no se puede solucionar simplemente siguiendo “dietas” (recomendadas por la amiga o la comadre) o consumiendo yogures "light", leche desnatada o pastelillos “bajos en grasa”.
Se tienen que romper moldes mentales que nos ha impuesto un sistema nutricional viciado y sin bases científicas, que la gran mayoría de la población sigue y que es respaldado por los fabricantes de alimentos, los restaurantes, e incluso los gobiernos y la educación oficial.
La idea generalizada es que engordamos por comer mucho. Pero los estudios médicos más completos sobre nutrición (2) han demostrado que no engordamos por comer mucho, sino por comer lo incorrecto, y además, por no comer lo correcto. Es la calidad, no la cantidad lo que genera obesidad. Y peor aún, si usted mezcla mala calidad con gran cantidad puede llegar a niveles de obesidad rápidamente.
El siguiente diagrama causa-efecto muestra el problema desde el punto de vista dietético (sin considerar la falta de actividad física).
Una Mala Alimentación Generalizada.
Si sufres de obesidad, la culpa no es solo tuya, eres una víctima más de la llamada “Alimentación Occidental Moderna”. Este tipo de alimentación está basada en productos procesados, sintetizados, desnaturalizados, y despojados de nutrientes básicos, y de productos de origen animal altos en grasas poli-saturadas.
En esta alimentación generadora de obesidad la concentración de calorías es altísima: en dos bocados de ciertos alimentos de consumo común podemos obtener la mitad de nuestra necesidad diaria de calorías. Gracias a estos alimentos “normales” que estamos acostumbrados a ingerir, con gran facilidad podemos consumir en el día el doble de las calorías que necesitamos sin siquiera darnos cuenta, y aún así quedarnos con hambre.
Considera un simple helado (nieve) del sabor que prefiera con su cono (marca Holanda o Nestlé). Este “alimento” proporciona más de 400 calorías (casi la 3ª parte del requerimiento de una mujer adulta). Además, al no tener fibra ni otros nutrientes el azúcar será absorbido rápidamente y creará un pico de insulina que propiciará la acumulación de grasa corporal, la grasa contenida en el helado irá directo a los depósitos grasos del inadvertido consumidor que pronto sufrirá obesidad si continúa comiendo así.
La solución a la Obesidad: una Dieta Alta en Nutrientes.
Es mucho lo que ignoramos aún sobre la obesidad y la nutrición humana, pero lo que si se puede inducir por la cantidad masiva de información recabada en los estudios más completos (2) es que el ser humano está diseñado para alimentarse de productos naturales de origen vegetal pero sin procesar. Si todos pusiéramos en práctica este sencillo principio no habría obesidad en el mundo.
Con la combinación adecuada de alimentos naturales, podemos obtener todos los nutrimentos esenciales para el ser humano sin consumir muchas calorías.
La obesidad sí se puede evitar y tratar, con algo tan sencillo como cambiar nuestros hábitos alimenticios, sustituyendo alimentos dañinos por alimentos realmente saludables. Con la información adecuada, tu podrás evitar los errores que nos han llevado a ser la generación con mayor índice de obesidad de la historia.
La información existe, pero hay un problema: está dispersa en un sinnúmero de artículos científicos, estudios clínicos, diarios médicos, publicaciones especializadas y estadísticas epidemiológicas. No es fácil investigar, analizar y resumir toda esta información para llegar a una conclusión.
Y es aún más difícil cambiar nuestra manera de pensar, y hacer a un lado nuestra amada “pirámide de nutrición” que nos ha sido enseñada desde pequeños.
Si de verdad deseas ganarle la batalla a la obesidad, necesitas olvidarte de lo que hasta ahora conoces y re-programar tu mente con información realmente científica sobre la nutrición humana. Para esto debemos visitar a un Nutriólogo que es quien realmente sabe como mantenernos en un peso adecuado...un médico no sabe!!!! y por primeras cuentas olvidarnos sobre todo de todos los productos industrializados que no solo nos estan subiendo de peso sino que nos están matando.
